Cuando todo apuntaba a que el SP500 iba a despegar después del cierre en máximos del pasado martes, el mercado se dió la vuelta y empezó a descender hasta cerrar el viernes con una vela fea, fea, fea.
Para el que no lo sepa, en el argot bolsístico y para que todo el mundo lo entienda, el empapelamiento es la venta de valores que realiza la mano fuerte (instituciones, bancos, gestoras, etc…) a la mano débil (nosotros) en lo más alto del gráfico (cuando todo está más caro) antes de corregir.
Para el que no lo sepa, en el argot bolsístico y para que todo el mundo lo entienda, el empapelamiento es la venta de valores que realiza la mano fuerte (instituciones, bancos, gestoras, etc…) a la mano débil (nosotros) en lo más alto del gráfico (cuando todo está más caro) antes de corregir.
Llevamos ya unos días en los que los indicadores de amplitud están girándose a la baja. Nos están advirtiendo de que las probabilidades de que se inicie una corrección, o si lo preferís, de que se acentúe la que estamos viviendo, aumenten.
LLevamos ya unos meses en el SP500 merodeando el 1.850. Es decir lo mismo estamos por encima que por debajo de él, por lo que podemos decir que estamos en un movimiento lateral.
Vamos a intentar averiguar si los cierres negativos de estos días son un simple recorte o por el contrario es el inicio de una corrección. Veamos que nos dicen los indicadores de amplitud.
En el post anterior que llevaba este mismo título, ya adelantaba que si los tiburones de la bolsa, la mano fuerte, nos quieren engañar lo harán, pues cuentan con muchos más medios, técnicos y humanos, que nosotros… pero sigo sin ver peligro.